Un enorme  embotellamiento de tráfico en una carretera china mantiene detenidos a  miles de vehículos a lo largo de más de 100 kilómetros desde hace nueve  días.
La  mayor parte de los "atrapados" son camiones que se dirigían hacia Pekín  y tuvieron que reducir su paso hasta quedar detenidos como consecuencia  del tráfico pesado, las averías y las obras.
"Incluso  en un país acostumbrado a tener que recurrir a la paciencia ante las  congestiones y la masificación, esto es extraordinario", señaló el  reportero de la BBC en Pekín, Martin Patience.
Los  choferes se quejaron porque la población de las zonas cercanas a la  carretera está aprovechando la situación para cobrarles más de lo  habitual por la comida y la bebida.
"Todavía  no está claro cuándo comenzará a deshacerse la enorme cola. Mientras  tanto, los choferes intentan pasar el rato como pueden y se les vio  jugando a cartas o al ajedrez en la carretera", apuntó el reportero.








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