Los disparos provocaron gran susto entre el personal de salud que estaba en la protesta, pacientes que estaban en el centro, chóferes de carros públicos y privados que estaban frente al hospital y de todos los que estaban en los alrededores.
César Matos, residente en el sector 27 de Febrero, dijo que se vio obligado a hacer los disparos porque su hija se estaba muriendo y no había forma de poder entrar a la emergencia para que le dieran las atenciones médicas.
La acción provocó además la protesta de las personas que estaban allí, alegando que el hecho de que su niña estuviera enferma no le daba derecho a hacer esos disparos porque pudo haber herido a alguien.
La protesta del personal de enfermería del hospital es en reclamo porque Salud Pública todavía no ha hecho efectivo el pago de su salario correspondiente al mes de agosto.
Advierten que si mañana no se materializa el pago volverán a paralizar los servicios.
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