El director general del ministerio de Salud Pública, Gabriel Timothée, declaró esta mañana que los nuevos fallecimientos y contagios proceden del departamento de Artibonite (norte), la zona más golpeada por el mal.
También informó sobre la habilitación de 10 instalaciones sanitarias en Puerto Príncipe para atender posibles casos de cólera y la implementación de medidas higiénicas con vistas a evitar la propagación de la bacteria en la capital haitiana.
Asimismo, hizo referencia a la recogida diaria de la basura y excrementos en esa urbe de 2,4 millones de personas y donde aún miles de sobrevivientes del sismo de enero último viven en campamentos improvisados con condiciones insalubres.
Según reportes oficiales, la enfermedad se concentra en las villas de Saint-Marc, Marchand Dessalines, Drouin y Petite Rivire, todas ellas en Artibonite y atravesadas por el río homónimo que está infectado de cólera y principal fuente de agua de esas poblaciones.
También se han registrado casos en las regiones de Mirbalais (este), en la isla de La Gonave (costa oeste), Béneche (centro), Les Cayes (sur) y Saint Michel de lâ�ÖAttalaye y Arcahaie, ambos al norte.
La epidemia ocasiona diarreas intensas, vómitos y fiebre alta, pero en muchos casos no manifiesta síntomas en las víctimas 48 horas antes del fallecimiento.
Fuerzas sanitarias del gobierno, médicos cubanos y trabajadores humanitarios trabajan sin descanso en los centros asistenciales haitianos para atender a los pacientes.
La Unión de Naciones Suramericanas y países como España, Estados Unidos y Canadá, entre otros, coordinan el envío de ayuda humanitaria y técnica al país francófono para enfrentar la crisis.
Mientras, República Dominicana cerró temporalmente la frontera con la vecina Haití con vistas a evitar la invasión de la epidemia en su territorio.
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