Un día despejado se nubló de tristeza para las decenas de personas que llegaron el velorio de Emmanuel Paulino, el hispano que murió a manos de la policía el domingo pasado.
A lo largo de la tarde del viernes, familiares y amigos – incluyendo decenas de jóvenes de la comunidad dominicana de Inwood– se reunieron en la Funeraria Ortiz, en la Calle 190 y Broadway, para despedirse de Paulino, quien tenía 24 años.
Uno por uno, entraron a mirar el ataúd abierto y dejar ramos de flores. Unos se pararon afuera, sus sollozos resonando en el lobby de mármol, mientras otros salieron a la calle con los ojos rojos e hinchados para fumar un cigarrillo y compartir recuerdos.
Sus murmullos fueron interrumpidos por reproches dirigidos hacia la policía. "!Es una desgracia!", exclamó Milvio Ureña, un amigo de Paulino de 20 años.
"No cumplieron con su deber – hubieran podido salvarle la vida. La policía está entrenada para enfrentar a estas situaciones, y no lo hicieron", reclamó.
Paulino, quien sufría de una enfermedad mental, llamó al 911 a las
5:15 a.m. el domingo y dijo, "estoy listo para matar policías". Cuando policías llegaron al 121 de la Avenida Vermilyea, en Inwood, lo encontraron armado con un cuchillo de 4 pulgadas. Le dijeron que dejara su arma. Cuando él no obedeció, y siguió avanzando hacia ellos, un sargento, John Lewis, lo disparó con una pistola paralizadora, que no logró a penetrar completamente el cuerpo de Paulino, quien arrancó el aparato de su pecho.
En ese momento, dos agentes de la policía, Yoel Goldstein y Anthony Lombardo abrieron fuego, hiriéndole mortalmente. El cuerpo tenía 17 heridas.
Las autoridades aseguraron que los agentes hicieron todo lo posible para evitar la muerte. El Comisionado de la Policía Raymond Kelly afirmó, "Le dijeron que soltara el cuchillo. Retrocedieron. Usaron el Taser. Continuaron a retroceder. Él dijo, ‘Sigan, yo quiero morir, disparen,’ o algo parecido."
Kelly dijo que una unidad para tratar a personas alteradas mentalmente había sido despachada, pero que no llegó a tiempo.
Sin embargo, la familia criticó las acciones de la policía, y se mostró indignada por el hecho de que entregaran un audio a los medios en que Paulino dice que quiere matar policías.
"Lamentamos que ellos se adelantaron tratando de justificar lo que hicieron", dijo Fernando Mateo, un vocero de la familia.
Según el vocero, la llamada a 911 era un claro indicio de que se trataba de una persona enferma mentalmente. Cuando Paulino salió de la cárcel en marzo de este año tras cumplir una sentencia por importar heroína la corte había recomendando que recibiera tratamiento psiquiátrico.
La familia de la víctima estaba bajo órdenes de un abogado de no hablar a la prensa, pero un amigo aseveró, "Él no peleaba, y él no estaba drogado". José Mallol, de 28, continuó: "Lo único que tomaba era su remedio anti-depresivo".
"Era una persona buena", agregó.
El funeral será hoy, sábado, a las 10 a.m. en la Iglesia Good Shephard. El entierro será después, en el cementerio Gates of Heaven.
sábado, 9 de octubre de 2010
Dolor y coraje en velatorio de dominicano muerto por policías
Publicado por
100Fuego A Fuego Group
en
18:27:00
Etiquetas:
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