Apareció la cobra del Bronx. Mejor dicho, nunca llegó a "desaparecer". Estaba agazapada en un oscuro rincón del pabellón de reptiles del zoológico, tal y como temía sus cuidadores, que llegaron a usar ratas, ratones y demás roedores como cebo por ver si salía de su escondrijo.
"Nos alegra anunciar que la cobra que desapareció hace siete días ha sido encontrada", proclamó el director del zoo del Bronx, Jim Breheny, en una conferencia de prensa que congregó a decenas de medios locales e internacionales. "Está viva y en buen estado... Descansa confortablemente y se encuentra segura".
Durante una larga semana, la cobra egipcia se ha había convertido en la "comidilla" de los neoyorquinos. Una vecina anónima llegó a crear incluso una cuenta ficticia en Twitter para narrar los avances de la serpiente por la ciudad, desde la torre Trump a Wall Street, pasando por “Spiderman” en Broadway y por Ray' Pizza.
Más de 200.000 seguidores –sin nada mejor que hacer- rastrearon en Twitter las evoluciones ficticias de la cobra (@BronxZooCobra), que anunció su presencia frustrada en el estadio de los Yankees: "Si veis una bolsa de cacahuetes moviéndose inexplicablemente por las gradas, no le hagáis mucho caso".
A la cobra le había salido incluso un cuidador virtual (@BonxZookeeper) que llegó a prometerle "barra libre" en el pabellón de roedores del zoo en cuanto volviera al redil.
La serpiente, un ejemplar adolescente de apenas 60 centímetros de largo, llevaba al parecer varios días sin comer y había perdido bastante peso. Jim Breheny vaticinó sin embargo una "inmediata recuperación" lejos de la vista del público y en su nuevo hogar, mientras se investiga cómo pudo escaparse del terrario en el que se encontraba.
El pabellón de reptiles, cerrado desde la desaparición, abrirá sus puertas al público mañana. El zoo ha seguido abierto entre tanto, ya que los cuidadores tenían la casi total certeza de que la cobra seguía bajo techo.
"El Bronx se la habría comido viva si llega a salir a cielo abierto", advirtió el especialista en reptiles de 'Animal Planet', Jeff Corwin. "Estos animales están diseñados y adaptados para vivir en climas cálidos, y buscan siempre lugares muy intrincados para esconderse".
La cobra egipcia suele desplegar su reconocible capucha cuando se siente en peligro o está a punto de atacar. Su veneno mortífero contiene una neurotoxina, ataca al sistema nervioso y puede causar la muerte de un ser humano en apenas 15 minutos por parada respiratoria.
"Nos alegra anunciar que la cobra que desapareció hace siete días ha sido encontrada", proclamó el director del zoo del Bronx, Jim Breheny, en una conferencia de prensa que congregó a decenas de medios locales e internacionales. "Está viva y en buen estado... Descansa confortablemente y se encuentra segura".
Durante una larga semana, la cobra egipcia se ha había convertido en la "comidilla" de los neoyorquinos. Una vecina anónima llegó a crear incluso una cuenta ficticia en Twitter para narrar los avances de la serpiente por la ciudad, desde la torre Trump a Wall Street, pasando por “Spiderman” en Broadway y por Ray' Pizza.
Más de 200.000 seguidores –sin nada mejor que hacer- rastrearon en Twitter las evoluciones ficticias de la cobra (@BronxZooCobra), que anunció su presencia frustrada en el estadio de los Yankees: "Si veis una bolsa de cacahuetes moviéndose inexplicablemente por las gradas, no le hagáis mucho caso".
A la cobra le había salido incluso un cuidador virtual (@BonxZookeeper) que llegó a prometerle "barra libre" en el pabellón de roedores del zoo en cuanto volviera al redil.
La serpiente, un ejemplar adolescente de apenas 60 centímetros de largo, llevaba al parecer varios días sin comer y había perdido bastante peso. Jim Breheny vaticinó sin embargo una "inmediata recuperación" lejos de la vista del público y en su nuevo hogar, mientras se investiga cómo pudo escaparse del terrario en el que se encontraba.
El pabellón de reptiles, cerrado desde la desaparición, abrirá sus puertas al público mañana. El zoo ha seguido abierto entre tanto, ya que los cuidadores tenían la casi total certeza de que la cobra seguía bajo techo.
"El Bronx se la habría comido viva si llega a salir a cielo abierto", advirtió el especialista en reptiles de 'Animal Planet', Jeff Corwin. "Estos animales están diseñados y adaptados para vivir en climas cálidos, y buscan siempre lugares muy intrincados para esconderse".
La cobra egipcia suele desplegar su reconocible capucha cuando se siente en peligro o está a punto de atacar. Su veneno mortífero contiene una neurotoxina, ataca al sistema nervioso y puede causar la muerte de un ser humano en apenas 15 minutos por parada respiratoria.
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