WASHINGTON – El avión en que viajaba la primera dama de Estados Unidos, Michelle Obama, tuvo que abortar su aterrizaje el lunes en el aeropuerto de la base militar Andrews, al quedar
demasiado cerca de un avión militar de carga C-17 que ya estaba en la pista, informó esta tarde el diario The Washington Post.
El momento de tensión habría sido adjudicado a un error de un controlador aéreo en una torre de Warrenton (Virginia) que estaba a cargo de autorizar el aterrizaje, según las fuentes del diario estadounidense.
Al darse cuenta otro controlador en la misma base Andrews (Maryland) que el avión militar no estaría a tiempo fuera de la pista, el aterrizaje del avión de la Primera Dama quedó abortado y se le ordenó dar una vuelta alrededor del aeropuerto, antes de volverse a programar el descenso.
Michelle Obama regresaba en un Boeing 737 de un viaje a Nueva York con Jill Biden, la esposa del vicepresidente de Estados Unidos, Joseph Biden. Había estado en un programa de televisión y otros eventos.
Tras sobrevolar en una ocasión el aeropuerto de la baase militar, ubicado a corta distancia de la capital federal, el aterrizaje tuvo lugar sin mayores inconvenientes.
La Administración Federal de Aviación (FAA) lidia actualmente con una serie de casos en que controladores aéreos se han quedado dormidos en sus puestos de trabajo, mayormente como consecuencia del cargado itinerario que se les ha impuesto.
En este caso, el controlador de Warrenton, que había dado el visto bueno para el aterrizaje del avión de la flota presidencial, tuvo que ser auxiliado por los controladores de la base de Andrews, que se percataron que el Boeing 737 y el C-17 iban a estar demasiado cerca en la pista.
El avión de la Primera Dama estaba identificado como EXEC1F, que describe un avión que lleva miembros de la familia presidencial estadounidense.
El principal temor cuando dos aviones aterrizan muy cerca el uno del otro es la turbulencia que puede causar el primero, en este caso el C-17 sobre el Boeing 737 en que viajaba la Primera Dama, de acuerdo a The Washington Post.
Un funcionario de la FAA indicó que el controlador de la torre de Warrenton no sólo colocó ambos aviones "muy cerca, sino que le indicó (al controlador de Andrews) que les separaba una distancia mayor de la real”.
La FAA investiga el incidente.
demasiado cerca de un avión militar de carga C-17 que ya estaba en la pista, informó esta tarde el diario The Washington Post.
El momento de tensión habría sido adjudicado a un error de un controlador aéreo en una torre de Warrenton (Virginia) que estaba a cargo de autorizar el aterrizaje, según las fuentes del diario estadounidense.
Al darse cuenta otro controlador en la misma base Andrews (Maryland) que el avión militar no estaría a tiempo fuera de la pista, el aterrizaje del avión de la Primera Dama quedó abortado y se le ordenó dar una vuelta alrededor del aeropuerto, antes de volverse a programar el descenso.
Michelle Obama regresaba en un Boeing 737 de un viaje a Nueva York con Jill Biden, la esposa del vicepresidente de Estados Unidos, Joseph Biden. Había estado en un programa de televisión y otros eventos.
Tras sobrevolar en una ocasión el aeropuerto de la baase militar, ubicado a corta distancia de la capital federal, el aterrizaje tuvo lugar sin mayores inconvenientes.
La Administración Federal de Aviación (FAA) lidia actualmente con una serie de casos en que controladores aéreos se han quedado dormidos en sus puestos de trabajo, mayormente como consecuencia del cargado itinerario que se les ha impuesto.
En este caso, el controlador de Warrenton, que había dado el visto bueno para el aterrizaje del avión de la flota presidencial, tuvo que ser auxiliado por los controladores de la base de Andrews, que se percataron que el Boeing 737 y el C-17 iban a estar demasiado cerca en la pista.
El avión de la Primera Dama estaba identificado como EXEC1F, que describe un avión que lleva miembros de la familia presidencial estadounidense.
El principal temor cuando dos aviones aterrizan muy cerca el uno del otro es la turbulencia que puede causar el primero, en este caso el C-17 sobre el Boeing 737 en que viajaba la Primera Dama, de acuerdo a The Washington Post.
Un funcionario de la FAA indicó que el controlador de la torre de Warrenton no sólo colocó ambos aviones "muy cerca, sino que le indicó (al controlador de Andrews) que les separaba una distancia mayor de la real”.
La FAA investiga el incidente.
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