Estados Unidos rinde homenaje a las víctimas del 11 de Septiembre

NUEVA YORK. Los nombres de los muertos, algunos leídos por niños que no tienen edad para recordar a sus padres muertos, resonaron ayer en un alucinante homenaje en el 10mo aniversario de los ataques del 11 de septiembre.


“Dios es nuestro amparo y fortaleza", dijo el presidente Barack Obama, al dar lectura a un pasaje de la Biblia.

Sollozando, los familiares de las víctimas ingresaron al monumento recién inaugurado en el lugar donde se alzaban las Torres Gemelas y colocaron retratos y flores frente a los nombres grabados en bajorrelieves de bronce. Obama y su predecesor, George W. Bush, inclinaban la cabeza y acariciaban las inscripciones.

Obama, que estaba protegido por un panel de vidrio a prueba de balas delante de unos robles blancos plantados en el monumento, leyó el pasaje de la Biblia después de un momento de silencio a las 8:46 de la mañana, cuando la primera aeronave se estrelló contra la torre norte hace 10 años.

El presidente leyó el Salmo 46, que invoca la presencia de Dios como inspiración para soportar el dolor. "Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida y se traspasen los montes al corazón del mar".

La ceremonia de Nueva York, que incluyó un minuto de silencio encabezado por Obama en el monumento, concluyó con toques a silencio de clarines militares y constituyó el hecho central de las conmemoraciones realizadas en todo el país. Fue la ocasión para reflexionar sobre una década que cambió el estilo de vida de los estadounidenses, que incluyó dos guerras y la reorganización de las medidas de seguridad cotidianas en los aeropuertos y en las grandes urbes.

Por otro lado, recuerdos del horror y el heroísmo resonaron en el ala izquierda del Pentágono donde, hace 10 años, un avión secuestrado con 59 personas se estrelló en la sede de las fuerzas armadas estadounidenses, lo que provocó la muerte de todos a bordo y 125 en el edificio.

En presencia de unas 1,600 personas, el vicepresidente Joe Biden, el secretario de Defensa, Leon Panetta, y el jefe del Estado Mayor Conjunto, almirante Mike Mullen, rindieron solemne homenaje a las víctimas y sus familias.

Pasajeros sospechosos

Un avión de la compañía American Airlines tuvo que ser escoltado por dos cazas de la Fuerza Aérea hasta su aterrizaje en el aeropuerto John F. Kennedy después que se detectara una conducta sospechosa entre varios pasajeros.

Una portavoz de la Oficina Federal de Investigaciones en Nueva York confirmó que varios de sus agentes se trasladaron al aeropuerto para evaluar lo ocurrido en el vuelo 34, que aterrizó sin mayores incidentes procedente de Los Angeles. Los sospechosos eran investigados.