Según se informó, Filiberto Berríos, fue ingresado al Centro de Detención Metropolitano por alegadamente intentar vender 45,582 libras de carnes podridas a pequeños comerciantes.
Berríos se exponía a una sentencia de hasta seis meses de prisión por cargos de adulteración, transporte, distribución y venta de productos adulterados.
Sin embargo, trascendió hoy que el juez José Fusté rechazó aceptar el acuerdo de probatoria al que el convicto había llegado con la fiscalía federal ya que los jueces en el foro federal no están obligados a aceptar el acuerdo al que llegan los acusados con el ministerio público.
Berríos se declaró culpable por los hechos que se le imputan.
El convicto reconoció que transportaba las carnes en una camioneta abierta a un solar baldío en Bayamón en donde dividía las carnes y productos avícolas que estaban parcial o totalmente podridas y las volvía a empacar para mejorar su apariencia.
Por su parte, el secretario del Departamento de Asuntos del Consumidor (DACO), Luis Rivera Marín felicitó hoy al juez federal Fusté por aplicarle todo el rigor de la ley a una persona que intentó vender carne y aves podridas a pequeños comerciantes.
“Felicitamos al juez federal Fusté por aplicar todo el rigor de la ley en este caso porque tiene que llegar el mensaje a los inescrupulosos de que no se puede jugar con la salud y el bienestar de los consumidores puertorriqueños por medio de trucos y engaño.”, expresó Rivera Marín.
“En DACO estamos en estrecha colaboración con el Departamento de Agricultura federal y local para asegurarnos que se cumpla con rigurosidad la legislación local y federal relacionada al manejo de alimentos para la protección de los consumidores.”, concluyó Rivera Marín.
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