La aeronave, una turbo-pro modelo 2000, de matrícula N871C, con capacidad para nueve pasajeros, fue abastecido de combustibles que previamente sustrajeron de una de las aeronaves de Caribe Air y que transportaron en un carrito de golf propiedad de esa misma empresa. En el mismo encontraron además un destornillador y dos embudos hechos con galones, los que aparentemente fueron utilizados para abastecer de combustibles el avión.
"Esta fue una situación muy, muy, muy bien planificada, que no entiendo, esperaron que todo el mundo estuviera durmiendo para ellos hacer su fechoría. Esto nunca había sucedido en nuestro aeropuerto, esta es la primera vez que sucede una situación de esta magnitud", dijo el señor Rosado.
Según versiones extraoficiales, los ladrones bloquearon tres cámaras de seguridad que funcionan en los hangares del Aeropuerto Joaquín Balaguer.
La aeronave, una turbo-pro modelo 2000, de matrícula N871C, tiene capacidad para nueve personas o dos mil quinientas libras y generalmente lo roban narcotraficantes para cargar hasta cuatro mil libras de drogas, " debe haber muchas personas involucradas ya que fue un golpe muy bien planificado", reiteró el propietario de Caribe Air.
Sostuvo que cuando se roban una aeronave de esas características los pilotos lo que hacen es volar bajito para poder burlar los radares. "El radar no significa nada, ya que esa gente se va a 50 pies de altura, en pocas palabras se van rasantes sobre el agua y ningún radar los puedo detectar", dijo.
Indicó que la actualidad hay tres radares de acción nacional, uno en Punta Cana, uno en Catey y el que funciona en el Aeropuerto Internacional de Las Américas.
1 comentarios:
eso na ma se ve aki na ma falta q sea pa venderlo por hierro
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