Una jueza chilena cerró la causa del expárroco Fernando Karadima, tras dejar establecido que el sacerdote cometió abusos de tipo sexual contra cuatro feligreses, entre 1981 y 1995.
El dictamen con la prescripción de los delitos fue emitido por la jueza Jéssica González y pone fin a un caso que remeció profundamente a la sociedad chilena.
Las cuatro víctimas dijeron sentirse reivindicadas por el fallo judicial y que éste reconoce que los delitos existieron.
Los hechos se hicieron de conocimiento público en abril de 2010 y, en febrero de este año, tras un juicio canónico, el Vaticano reconoció la culpabilidad de Karadima en los hechos denunciados y le ordenó retirarse a una vida de oración y penitencia.
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