Tommaso era un gato callejero italiano de cuatro años de edad que fue adoptado por una viuda sin hijos que en el año 2009 y que ahora se ha convertido en el gato más rico del mundo. Al morir su ama el pasado mes con 94 años de edad, Tommaso, heredero absoluto, ha recibido la herencia de su querida ama: la propiedad de varios pisos y casas repartidos por Milán de un valor estimado de 10 millones de dólares. Ahora se ha convertido en todo un magnate.
Todo esto está reflejado en un testamento escrito a mano, firmado el 26 de noviembre de 2009, donde la viuda sin hijos redactó que donaba ese dinero a "el bienestar del animal o a la asociación que recoja la tarea de velar por su gato".
Uno de los abogados, Anna Orecchioni, dijo a un diario que han considerado varias organizaciones pero sin obtener garantías adecuadas del futuro del gato y de su bienestar.
Según la ley italiana, los animales no pueden heredar directamente pero pueden ser beneficiarios si se encuentra un administrador adecuado. La anciana viuda decidió encargar al gato - y su fortuna - a Stefania. Stefania es una enfermera que empezó a cuidar de la anciana. "Ella necesitaba a alguien para ayudarle a moverse, ducharla y darla de comer. Cuidé hasta el final de ella", dijo la enfermera. Además afirmó que "no tenía idea de que la señora tenía tanta riqueza."
Pero la fortuna de este gato es poco en comparación con el de Gunther IV, un pastor alemán que heredó de su padre, Gunther III, la mascota de una condesa alemana, alrededor de 372 millones de dólares. Dentro de los felinos Blackie recibió 9 millones de libras por su dueño, un británico solitario, en 1988.
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