El capo mexicano Benjamín Arellano Félix reconoció su culpabilidad en la corte mientras un juez leía un acuerdo de disminución de pena que detallaba su papel al timón de uno de los cárteles más poderosos del narcotráfico en la década de 1990.
Le dijo al magistrado que ha estado padeciendo migrañas casi a diario, pero que esos dolores de cabeza no afectaron su juicio para aceptar el ofrecimiento de la fiscalía.
La
audiencia de media hora el miércoles fue un final tranquilo para la persecución del gobierno estadounidense del jefe del cártel de los Hermanos Arellano Félix, una organización que contrabandeó toneladas de cocaína y marihuana hacia Estados Unidos.
El cártel, que alguna vez controló con mano de hierro el tráfico de droga a lo largo de la frontera de California con México, ha pasado apuros en los últimos años a medida que otros cárteles se han vuelto más implacables que nunca.
Bajo un acuerdo con los fiscales federales, Arellano Félix, de 58 años, puede ser sentenciado a no más de 25 años de cárcel, un castigo menor que el ordenado para miembros de menor rango de su cártel de la ciudad fronteriza de Tijuana.
Los fiscales accedieron a sobreseer otros cargos por los que podría haber sido sentenciado a 140 años de cárcel si hubiera sido declarado culpable.
Robert Bonner, ex jefe del Departamento Estadounidense Antidrogas (DEA, por sus siglas en inglés) y que también fungió como juez federal y fiscal federal en Los Angeles, dijo que la sentencia "no será una justicia perfecta, pero sin duda es la justicia adecuada".
Bonner dijo que hay muchas razones por las que miembros de menor rango del cartel pueden obtener sentencias más largas que Arellano Félix, como por ejemplo la fuerza de las pruebas o la renuencia del gobierno a tener que revelar a sus informantes en un juicio.
"Nunca se tiene la equidad perfecta en la sentencia y no hay razón para esperarla", dijo Bonner, quien no estuvo involucrado en el caso.
Peter Núñez, ex fiscal federal en San Diego, dijo que resultaba "muy extraña" la leve sentencia.
"Es como dar a Al Capone una sentencia menor que la impuesta a su chofer", consideró. "Debe haber una explicación... quizás nunca sepamos cuál fue el punto débil en el caso del gobierno o cuál fue su razonamiento. Debe haber algo significativo".
Los abogados que han dado seguimiento al caso dijeron que la sentencia reducida podría deberse a que los presuntos crímenes ocurrieron hace muchos años y se determinaron con base en relatos de testigos, en lugar de escuchas telefónicas o evidencia física.
John Kirby, un ex fiscal federal que ayudó a redactar la acusación formal de 2003 contra Arellano Félix, dijo que esos casos tienden a debilitarse con el tiempo a medida que los testigos mueren, se meten en más problemas o cambian de opinión y ya no desean declarar.
"Este tipo de caso está basado únicamente en los testimonios de los testigos y se desintegra poco a poco", dijo. "Tal vez, de cuando lo conjuntamos a ahora, ya no es un caso tan importante".
Laura Duffy, una fiscal federal en San Diego que ha desarrollado gran parte de su carrera en torno al caso, dijo que probablemente Arellano Félix pase el resto de su vida en la cárcel.
"Su declaración de culpabilidad de hoy representa el fin de su reinado de asesinatos, caos y corrupción y su histórico reconocimiento de su culpa envía un mensaje claro a los cárteles mexicanos que operan en la actualidad: Estados Unidos se esforzará al máximo para investigar, extraditar y enjuiciarlos a ustedes por sus actividades delictivas", afirmó.
Anthony Colombo hijo, el abogado de Arellano Félix, dijo que su cliente podría salir de una cárcel estadounidense en 20 años si se le acredita el tiempo que ya pasó tras las rejas en su país y por buen comportamiento, siempre y cuando reciba la sentencia máxima de 25 años. Entonces, como es ciudadano mexicano sería deportado a México, donde aún le falta cumplir nueve años de una sentencia por delitos relacionados.
Colombo dijo que el gobierno podría haber accedido al acuerdo con el fin de no tener que negociar con 21 testigos potenciales para ofrecerles sentencias reducidas a cambio de su testimonio.
Francisco Javier Arellano Félix, un hermano menor que encabezó el cártel después que Benjamín fue arrestado en México en 2002, fue sentenciado en San Diego a cadena perpetua en 2007, un año después de que las autoridades estadounidenses lo capturaron en aguas internacionales frente a la costa de la península mexicana de Baja California.
Jesús Labra Avilés, un lugarteniente de Benjamín Arellano Félix, fue sentenciado en San Diego a 40 años de cárcel en 2010.
México extraditó a Benjamín Arellano Félix en abril de 2011 para que enfrentara cargos por drogas, lavado de dinero y negocios mafiosos. Es uno de los capos más importantes en ser enjuiciado en Estados Unidos.
La acusación formal estadounidense afirmó que Arellano Félix era el principal líder del cártel que conducía con sus hermanos desde 1986. Dijo que la organización torturaba y mataba a sus rivales en Estados Unidos y en México al tiempo que contrabandeaba marihuana mexicana y cocaína de Colombia.
El cártel, tema de la cinta "Traffic" de Steven Soderbergh, perdió su poder después de que Benjamín Arellano Félix fue arrestado en 2002. Un mes antes, su hermano Ramón, el principal sicario del organismo, murió en una balacera con las autoridades mexicanas.
viernes, 6 de enero de 2012
Capo mexicano Arellano Félix acuerda con Estados Unidos
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