niña que sufrió lesiones cerebrales debido a una salmonelosis.
Monika Samaan sufrió la intoxicación en 2005 tras comer un "twister" de pollo en uno de los restaurantes que la cadena tiene en Sídney.
La joven, que entonces tenía 7 años, pasó seis meses en coma y sufrió lesiones cerebrales que le afectaron la capacidad de habla y le provocaron una cuadriplejía espástica.
Durante el juicio celebrado en 2010 el padre de la menor declaró que su mujer, otro hijo y él mismo tuvieron que ser ingresados en un hospital tras compartir el bocadillo de su hija, indicó la cadena ABC.
La Corte Suprema del estado de Nueva Gales del Sur dio la razón a la familia y hoy ordenó a KFC el pago de la indemnización y de los costes del proceso judicial.
En un comunicado, el abogado de la familia, George Vlahakis, señaló el alivio de la familia por la decisión del juez, pues "los severos daños cerebrales de Monika y su severa discapacidad han agotado sus limitados recursos".
"Monika es hoy una chica grande y la familia encuentra cada vez más dificultades para levantarla y cuidar de sus necesidades básicas a la vez que cuidan de sus hermanos", añadió el letrado.
"Hasta la fecha KFC ha mostrado su determinación para que Monika no reciba ni un céntimo", concluyó Vlahakis.
KFC anunció la semana pasada que recurrirá la sentencia ante el Tribunal Supremo.
Fuente: El Nuevo Dia
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