declaraciones del excandidato presidencial Mejía, el tema de debate, discusión e intriga es la permanencia de Vargas Maldonado en la presidencia del Partido Revolucionario Dominicano (PRD).
Ayer, el comando de campaña y los más cercanos colaboradores de Mejía se reunieron con él en el local que utilizaron durante todo el proceso, en el ensanche Naco y, mientras debatían a puertas cerradas, algunos seguidores criticaban afuera a sus anchas a Vargas Maldonado.
Se quejaban de que esperara a pasadas las 5:00 de la tarde para acudir a votar el pasado domingo, de que nunca se haya integrado a la promoción de Mejía y de que, alegadamente, haya instruido a sus seguidores que votaran por el oficialista Danilo Medina, hoy presidente electo.
Este tipo de conversación no es un asunto exclusivo de la pasión desbordada en las bases. “Nosotros condenamos y al mismo tiempo hacemos un llamado a las bases del partido para que repudiemos de manera masiva la actitud inconsecuente y traidora de Miguel Vargas y todos sus seguidores, que fueron capaces de traicionarnos”, comentó en el Congreso el diputado Cristian Encarnación, de la corriente de Mejía.
Desde el otro litoral, algunos llaman a la calma y al raciocinio. “Vamos a permitir que los ánimos bajen, que la gente esté fría y tranquila y que sean los mecanismos institucionales los que le señalen al liderazgo del PRD el camino a seguir”, replicaba Néstor Cruz Pichardo.
Las dos corrientes encontradas se manifiestan también en las reacciones al discurso que la noche del martes pronunció Mejía, luego de perder las elecciones del domingo con un 47% de los votos frente a un 51% de Medina.
Uno de los dirigentes más tradicionales del PRD, Tirso Mejía Ricart, opina que los más de dos millones 100 mil votos que obtuvo legitiman a Mejía para erigirse en líder de la oposición. Sostiene que Mejía tiene más calidad que Vargas para jugar ese rol, pues una cosa es la autoridad que confiere la presidencia de la organización y otra el liderazgo. Mejía Ricart es de los que piensan que Vargas tiene que cesar como máxima autoridad del partido, pese a que su gestión termina en 2013, porque “hizo mutis” durante la campaña presidencial y porque también prometió que dejaría el cargo si no alcanzaba la nominación presidencial, cosa que no ha hecho.
Sostienen que Hipólito recibió un partido fuerte
Julio Maríñez, uno de los primeros miguelistas en atacar a Mejía en campaña, lo descalificó para erigirse líder. “Recibió un PRD fuerte y unificado, con más de 25 puntos por encima del PLD en todas las encuestas, y la actitud triunfalista de pensar que ya habían ganado, así como la torpeza de sus declaraciones en contra de las trabajadoras domésticas, sobre Trujillo, de los jueces y su afán de maltratar a Miguel y a su equipo, le costó la victoria”.
Fuente: El Caribe
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