Cuidado como las niñas de sus ojos, desde que salió a las pantallas, ese día sin embargo, descubrió "una copia en Santiago de una calidad pasmosa. Y aquí en la capital la encontramos de una vez", narró.
Báez enseguida se lanzó cual Quijote contra los molinos de viento: "Detuvimos a cinco mochileros.
El general Máximo Báez, de la Policía, nos apoyó y designó unos detectives especializados en Falsificaciones.
Hicimos operativos y encontramos los lugares donde se venden: en moles, bombas de gasolina, etc.".
El filme se vende en cantidades industriales en el Cibao, el Sur y el Este del país. "No hemos podido dar con quienes hacen las copias.
Los mochileros lo que dan es pena", argumentó. "El daño es incalculable. La película se iba a a pasar en provincias.
Luchar contra la piratería debe ser una labor conjunta, con especial interés de DGCine", se lamentó, quien acaba de recibir del presidente Fernández el primer certificado de incentivos fiscales.(Diario Libre)
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