La magnate de la minería australiana, Gina Rinehart, ha criticado el desenvolvimiento económico de su país y le pidió al gobierno que baje el salario mínimo.
Rinehart, considerada la mujer más rica del mundo, señaló que los trabajadores africanos que están dispuestos a trabajar por $2 diarios son una inspiración.
Además dijo que sus compatriotas deberían fumar, beber, socializar menos para dedicar más tiempo al trabajo.
Pero mientras ella fantasea con salarios de miseria, la primera ministra de Australia, Julia Gillard, le salió al paso asegurando que su país no está dispuesto a reducir los sueldos mínimos en la minería con tal de competir con África.
"Nosotros no vamos a tener sueldos al mismo nivel que los de Africa", dijo la gobernante laborista tras enfatizar que la minería en Australia "es diferente a la de otros países". “No es nuestro estilo tirar una moneda de $2 a la gente y pedirles que trabajen todo un día. Apoyamos sueldos adecuados y condiciones de trabajo decentes para los australianos”, recalcó.
Rinehart se quejó además de los impuestos a la emisión de gases contaminantes, destinados a proteger el entorno cercano a los yacimientos y a que los inversores tengan un incentivo económico para usar tecnología con menor impacto ecológico.
En respuesta, Gillard aseguró que Australia continuará atrayendo fuertes inversiones en los proyectos mineros a pesar de los nuevos impuestos gracias a la existencia de ricos yacimientos, los avances tecnológicos y la competencia de sus profesionales.
Pero mientras ella fantasea con salarios de miseria, la primera ministra de Australia, Julia Gillard, le salió al paso asegurando que su país no está dispuesto a reducir los sueldos mínimos en la minería con tal de competir con África.
"Nosotros no vamos a tener sueldos al mismo nivel que los de Africa", dijo la gobernante laborista tras enfatizar que la minería en Australia "es diferente a la de otros países". “No es nuestro estilo tirar una moneda de $2 a la gente y pedirles que trabajen todo un día. Apoyamos sueldos adecuados y condiciones de trabajo decentes para los australianos”, recalcó.
Rinehart se quejó además de los impuestos a la emisión de gases contaminantes, destinados a proteger el entorno cercano a los yacimientos y a que los inversores tengan un incentivo económico para usar tecnología con menor impacto ecológico.
En respuesta, Gillard aseguró que Australia continuará atrayendo fuertes inversiones en los proyectos mineros a pesar de los nuevos impuestos gracias a la existencia de ricos yacimientos, los avances tecnológicos y la competencia de sus profesionales.
Mira el mensaje completo:
0 comentarios:
Publicar un comentario