Ernesto Morales. El país, incluyendo las islas municipio Vieques y Culebra, está bajo vigilancia de tormenta tropical desde anoche, cuando el Centro de Huracanes de los Estados Unidos renombró la onda como tormenta, luego de detectar un centro de circulación definido.
Según el boletín de las 11:00 p.m. del Centro de Huracanes, Rafael se encontraba en la latitud 15.4 grados norte y longitud 63.4 grados oeste, a 185 millas de Santa Cruz. Tenía vientos sostenidos de 40 millas por hora (mph) y se movía al noroeste a 10 mph. Mira la retransmisión de la conferencia de prensa de anoche en la AEMEAD
“Se espera que se intensifique al Norte de Puerto Rico, y eso podría tener el efecto del rabo. Se puede comparar con la tormenta María, que generó bastantes aguaceros e inundaciones significativas”, señaló Morales durante una rueda de prensa en la sede de Aemead, en San Juan. El efecto del viento será mínimo, dijo Morales. Aún así, como Rafael luce errático, recomendó estar atentos a los boletines de Meteorología este largo fin de semana. “Siendo un fin de semana largo, mucha gente tiende a ir a las islas (Vieques y Culebra).
Se le exhorta a la comunidad marítima que se mantenga en puerto, pues el oleaje será de alrededor de ocho pies”, manifestó Morales. Por su parte, el director ejecutivo de Aemead, Heriberto Saurí, recomendó utilizar el sábado “para repasar nuestros planes y hacer los últimos ajustes”. Tarde anoche, los servicios de transporte colectivo por tren, autobuses y lanchas continuaban brindando como de costumbre; los aeropuertos operaban normalmente y no se había emitido orden de congelación de precios.
Más temprano anoche, el meteorólogo José Álamo, de la oficina del Servicio Nacional de Meteorología en San Juan, hizo una exhortación a las personas que vivan en zonas bajas a mantenerse vigilantes, ya que los pronósticos de una a tres pulgadas de lluvia suponen unas cantidades de lluvia suficientes para provocar inundaciones repentinas. “Las personas que viven en zonas bajas deben hacer sus preparativos para posibles inundaciones. Deben estar atentos a los boletines”, indicó Álamo. Asimismo, Álamo anticipó un deterioro del en las aguas al este de Puerto Rico, con un oleaje peligroso de entre 6 a 8 pies y vientos de 25 a 35 nudos. Lo que no se espera, según Álamo, es que la tormenta gane mucha intensidad en las próximas horas. “No se va a convertir en huracán (en las próximas horas). En todo caso, podría tener un desarrollo leve”, vaticinó el meteorólogo. Osman Pérez Méndez colaboró en esta historia. Fuente: El Nuevo Dia
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