El acribillamiento policial de Jean Carlos de León sorprendió a muy
pocas personas. Fue ciertamente crónica de una muerte anunciada.
Simplemente, se cumplió lo que el pasado miércoles el propio jefe de la
Policía vaticinó: “me gustaría que no se entregue, para nosotros buscarlo”.
Fue una sentencia que predijo lo que en la madrugada de ayer se materializó al pie de la letra. Al joven apodado “Cacón” lo buscaron, lo ubicaron y le infligieron ráfagas de tiros por distintas partes de su enflaquecida anatomía.
En vida -y hasta después de muerto- a “Cacón” se le acusó de matar de un balazo en la cabeza al teniente coronel Pedro de la Cruz, el pasado viernes en Sabana Perdida. Cuando en su condición de jefe policial José Armando Polanco Gómez dijo lo que a muchos les pareció exagerado, sabía perfectamente que se exponía a un diluvio de críticas.
El primero en reaccionar frente a este inusual episodio fue el procurador General de la República, Francisco Domínguez Brito, ordenando una inmediata investigación sobre cómo se produjo el deceso a tiros de este joven de 24 años.
Es un caso inusual, porque rara vez se escucha a un jefe de Policía presagiar el desenlace fatal para un prófugo de la justicia, como quedó evidenciado al pedirle públicamente a “Cacón” que no se entregara voluntariamente, para salir a cazarlo y negarle el derecho de ser apresado, investigado y procesado por un tribunal.
No hubo tiempo
El presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, Manuel María Mercedes, reveló a elCaribe que ya todo estaba arreglado para entregar a “Cacón”, precisamente a quienes lo buscaban con sus armas de fuego sobadas.
Mercedes explicó que la entrega estaba pautada para las 10:00 de la mañana de ayer, con la presencia de un sacerdote, dirigentes comunitarios y parientes del supuesto matador del oficial.
Explicó que la rendición del fugitivo no se realizó el pasado jueves, porque la Policía mantuvo bajo arresto a la madre de “Cacón”. A las 11:00 de la noche del jueves, fue la última vez que Mercedes habló con el prófugo y sus familiares.
En uno de esos contactos directos, “Cacón” le habría dicho a Mercedes que estaba desarmado y dispuesto a comparecer ante las autoridades, para demostrar su alegada inocencia.
“Su mamá nos manifestó que el día en que ocurrieron los hechos (el asesinato de De la Cruz), él se encontraba en su residencia”, contó Mercedes. La entidad que preside ha designado una comisión para que profundice las circunstancias en que murió “Cacón”. Advirtió, incluso, que Polanco Gómez podría ser sometido a la Justicia en los próximos días.
Los comisionados deberán indagar si había algún interés en no permitir que el fugitivo viviera para ofrecer una versión distinta a la que defiende la Policía.
“La Comisión de los Derechos Humanos responsabiliza al jefe de la Policía de ese hecho, y por lo tanto, su responsabilidad civil y penal está comprometida ante ese crimen, que de una manera u otra ha puesto en movimiento a la opinión pública nacional”, señaló Mercedes.
Otro ángulo
El coordinador general del Consejo Nacional de los Derechos Humanos (Conadehu), Nelson Gutiérrez, desde que supo que “Cacón” murió en un supuesto fuego cruzado, visitó el barrio Marañón II para hacer su propio levantamiento de cómo se produjo su deceso.
Gutiérrez caminó callejones y callejuelas de esta empobrecida localidad en busca de elementos que revaliden o refuten los datos divulgados por la Policía sobre la muerte del apodado “Cacón”.
El defensor de los derechos humanos encontró testigos que, espantados por los disparos que mataron al más perseguido de los últimos días, compartieron lo que vieron y vivieron la madrugada de ayer.
“Hicimos un descenso al lugar de los hechos y varias personas, incluyendo una menor, narraron los hechos”, sostuvo Gutiérrez. Indicó que los lugareños de Marañón II dijeron que los agentes llegaron, rodearon todo el entorno de la casucha donde se escondía “Cacón” y que varios de ellos penetraron y lo sacaron.
De acuerdo a las investigaciones de Gutiérrez, uno de los policías disparó primero y después le pegaron un tiro en la cabeza. “Antes de ser asesinado, (Cacón) estaba desarmado y durmiendo, y las patrullas de la Policía Nacional penetraron y lo sacaron”, asegura Gutiérrez, basado en los comentarios de gente que asegura haber observado cuándo y cómo aniquilaron al supuesto delincuente.
Adocco ataca y la Policía se defiende de críticas
Julio César de la Rosa Tiburcio, coordinador de Alianza Dominicana Contra la Corrupción (Adocco), dejó ver su indignación por lo que algunos consideran una flagrante violación al derecho de presunción de inocencia. “Creemos que es esta una oportunidad para replantear el rol de la Policía, que no guarda la forma ni siquiera para simular que los denominados intercambios de disparos son reales, porque se ampara en la oscuridad de la noche”, expuso De la Rosa. El vocero de la Policía, Máximo Báez Aybar, defendió el comportamiento de sus colegas. “Toda acción trae su consecuencia y lo que queríamos, contra los acusados de matar al teniente coronel Pedro de la Cruz, era un proceso judicial”, dijo Báez.
Fuente: El Caribe
Policía vaticinó: “me gustaría que no se entregue, para nosotros buscarlo”.
Fue una sentencia que predijo lo que en la madrugada de ayer se materializó al pie de la letra. Al joven apodado “Cacón” lo buscaron, lo ubicaron y le infligieron ráfagas de tiros por distintas partes de su enflaquecida anatomía.
En vida -y hasta después de muerto- a “Cacón” se le acusó de matar de un balazo en la cabeza al teniente coronel Pedro de la Cruz, el pasado viernes en Sabana Perdida. Cuando en su condición de jefe policial José Armando Polanco Gómez dijo lo que a muchos les pareció exagerado, sabía perfectamente que se exponía a un diluvio de críticas.
El primero en reaccionar frente a este inusual episodio fue el procurador General de la República, Francisco Domínguez Brito, ordenando una inmediata investigación sobre cómo se produjo el deceso a tiros de este joven de 24 años.
Es un caso inusual, porque rara vez se escucha a un jefe de Policía presagiar el desenlace fatal para un prófugo de la justicia, como quedó evidenciado al pedirle públicamente a “Cacón” que no se entregara voluntariamente, para salir a cazarlo y negarle el derecho de ser apresado, investigado y procesado por un tribunal.
No hubo tiempo
El presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, Manuel María Mercedes, reveló a elCaribe que ya todo estaba arreglado para entregar a “Cacón”, precisamente a quienes lo buscaban con sus armas de fuego sobadas.
Mercedes explicó que la entrega estaba pautada para las 10:00 de la mañana de ayer, con la presencia de un sacerdote, dirigentes comunitarios y parientes del supuesto matador del oficial.
Explicó que la rendición del fugitivo no se realizó el pasado jueves, porque la Policía mantuvo bajo arresto a la madre de “Cacón”. A las 11:00 de la noche del jueves, fue la última vez que Mercedes habló con el prófugo y sus familiares.
En uno de esos contactos directos, “Cacón” le habría dicho a Mercedes que estaba desarmado y dispuesto a comparecer ante las autoridades, para demostrar su alegada inocencia.
“Su mamá nos manifestó que el día en que ocurrieron los hechos (el asesinato de De la Cruz), él se encontraba en su residencia”, contó Mercedes. La entidad que preside ha designado una comisión para que profundice las circunstancias en que murió “Cacón”. Advirtió, incluso, que Polanco Gómez podría ser sometido a la Justicia en los próximos días.
Los comisionados deberán indagar si había algún interés en no permitir que el fugitivo viviera para ofrecer una versión distinta a la que defiende la Policía.
“La Comisión de los Derechos Humanos responsabiliza al jefe de la Policía de ese hecho, y por lo tanto, su responsabilidad civil y penal está comprometida ante ese crimen, que de una manera u otra ha puesto en movimiento a la opinión pública nacional”, señaló Mercedes.
Otro ángulo
El coordinador general del Consejo Nacional de los Derechos Humanos (Conadehu), Nelson Gutiérrez, desde que supo que “Cacón” murió en un supuesto fuego cruzado, visitó el barrio Marañón II para hacer su propio levantamiento de cómo se produjo su deceso.
Gutiérrez caminó callejones y callejuelas de esta empobrecida localidad en busca de elementos que revaliden o refuten los datos divulgados por la Policía sobre la muerte del apodado “Cacón”.
El defensor de los derechos humanos encontró testigos que, espantados por los disparos que mataron al más perseguido de los últimos días, compartieron lo que vieron y vivieron la madrugada de ayer.
“Hicimos un descenso al lugar de los hechos y varias personas, incluyendo una menor, narraron los hechos”, sostuvo Gutiérrez. Indicó que los lugareños de Marañón II dijeron que los agentes llegaron, rodearon todo el entorno de la casucha donde se escondía “Cacón” y que varios de ellos penetraron y lo sacaron.
De acuerdo a las investigaciones de Gutiérrez, uno de los policías disparó primero y después le pegaron un tiro en la cabeza. “Antes de ser asesinado, (Cacón) estaba desarmado y durmiendo, y las patrullas de la Policía Nacional penetraron y lo sacaron”, asegura Gutiérrez, basado en los comentarios de gente que asegura haber observado cuándo y cómo aniquilaron al supuesto delincuente.
Adocco ataca y la Policía se defiende de críticas
Julio César de la Rosa Tiburcio, coordinador de Alianza Dominicana Contra la Corrupción (Adocco), dejó ver su indignación por lo que algunos consideran una flagrante violación al derecho de presunción de inocencia. “Creemos que es esta una oportunidad para replantear el rol de la Policía, que no guarda la forma ni siquiera para simular que los denominados intercambios de disparos son reales, porque se ampara en la oscuridad de la noche”, expuso De la Rosa. El vocero de la Policía, Máximo Báez Aybar, defendió el comportamiento de sus colegas. “Toda acción trae su consecuencia y lo que queríamos, contra los acusados de matar al teniente coronel Pedro de la Cruz, era un proceso judicial”, dijo Báez.
Fuente: El Caribe
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