Un logro inmenso para la representación dominicana, que quedó en segunda ronda en el 2006 y en la primera ronda fracasó en el 2009. Ese amargo quedó endulzado anoche con la victoria dominicana, seguida en toda la nación.
Edwin Encarnación disparó un doble de dos carreras en el primer episodio, Samuel Deduno comenzó a tejer la cadeneta de ceros y el relevo completó la gran actuación monticular de los quisqueyanos.
La lluvia, como estaba pronosticada, se presentó en el AT&T Park (sede de los Gigantes de San Francisco), pero no fue factor adverso para ninguno de los equipos. Al contrario. Antes de que el agua se hiciera sentir en grande en el terreno, José Reyes abrió el primero con un doble, Erick Aybar se sacrificó y Robinson Canó recibió boleto intencional y Encarnación siguió con doble impulsador de un par de vueltas por todo el jardín central.
Esa ofensiva decretó el final de la labor del abridor boricua, Giancarlo Alvarado, quien no se presentó en el segundo episodio.
Deduno lanzó cinco entradas en las que permitió dos indiscutibles, retiró siete corridos y ponchó cuatro. Su mayor dificultad fue en el quinto, un momento en que la lluvia caía torrencialmente. Boleó a Álex Ríos, retiró con elevado al prado derecho a Andy González con elevado al central donde se lució Alejandro De Aza, boleó a Jesús Feliciano, pero ponchó a Ángel Pagán, que reaccionó agriamente contra Deduno.
Una tercera carrera llegó para los dominicanos, prácticamente manufacturada por De Aza. Hiram Burgos, presente en el montículo desde el segundo, fue la víctima. El jardinero central tocó de hit por tercera, después de un out, José Reyes siguió con rodado por segunda, De Aza se detuvo entre primera y la intermedia, confundió así a Irving Falú, quien hizo el out por primera. Erick Aybar empujó la carrera con un doble por el prado derecho para el 3-0.
Otro ataque boricua fue congelado por el relevo quisqueyano. Mike Avilés abrió con sencillo al central y llegó a segundo por boleto a Ríos. Octavio Dotel fue reemplazado y el derecho Pedro Strop se encargó de retirar a los zurdos Carlos Rivera (ponche cantado), el emergente Pedro Valdez (tirándole) y a Jesús Feliciano. Fernando Rodney (antes con un plátano en su poder en el dugout) lanzó un noveno episodio en blanco y culminó con un ponche que inmediatamente marcó “la flecha” de sus compañeros de equipo.
Robinson Canó el JMV; un relevo que hace marca
Robinson Canó se llevó el premio de Jugador Más Valioso del Clásico Mundial de Béisbol, su tercero luego de sumar el de la primera y la segunda ronda. Bateó .469, dos jonrones, seis impulsadas y seis anotadas. Una distinción especial recae también en el relevo. Fernando Rodney, quien salvó el partido más importante de los siete que logró en el Clásico, encabezó un relevo que fue impermeable en el último tramo del campeonato. Un total de 21 entradas y un tercio sin permitir anotaciones fue la labor del relevo dominicano. Si bien el carreraje descendió paulatinamente para los dominicanos, el relevo fue demasiado imponente. El equipo dominicano implanta una marca con 8-0, pero Rodney también se lleva otro con siete salvados en un Clásico y ocho en total, lo que lo deja líder de este departamento.
Fuente: El Caribe
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