Un matrimonio de Filadelfia fundamentalista religioso y
fanático de la curación por oración ha dejado morir a dos hijos en los
últimos años sin buscar atención médica.
Los Schaible fueron condenados en el año 2011 por dejar morir en el 2009 al pequeño Kent, que entonces tenía dos años. El niño padecía una neumonía. Falleció sin atención médica. Sus padres fueron declarados culpables de homicidio involuntario. Pero no fueron a la cárcel. Quedaron en libertad condicional.
Los Schaible tenían que cumplir una promesa:
nunca más iban a prevalecer sus creencias religiosas -pertenecen a una
iglesia fundamentalista cristiana que cree en la curación por la fe-
sobre la salud de sus hijos. La incumplieron. Con resultados trágicos.
Según informa el diario Philly.com,
la semana pasada los Schaible perdieron a otro hijo. Brandon, que tenía
ocho meses, sufrió una diarrea y problemas respiratorios. Fue perdiendo
la vida ante la inacción de sus padres, que se limitaron a rezar por su
curación. Creían que era la mejor solución para los males del pequeño.
Al menos eso declararon ante los investigadores, que les preguntaron por
qué no habían llamado a un doctor o acudido a un hospital. Su
respuesta, contundente y trágica: «Porque creemos que Dios quiere que le
pidamos a él por su curación».
Fuente: Lavozdegalicia.es
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