El Juez de Atención Permanente, José Alejandro Vargas, impuso ayer
tres meses de prisión preventiva a otro de los implicados en la muerte
del coronel Julián Suárez Cordero.Eddy Bonilla, apresado el pasado
viernes en el sector Villa Faro, al este de la capital, deberá cumplir tres meses de prisión en el penal La Victoria, luego de que el magistrado determinara que existen vínculos suficientes de su participación en la muerte del oficial Suárez Cordero, ultimado de un tiro en la frente durante una protesta escenificada en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). Antes de Vargas retirarse a deliberar la medida adoptada, dio la oportunidad para que Bonilla ejerciera el derecho a refutar las imputaciones que pesan en su contra.
Bonilla admitió que el día en que mataron al coronel policial, ciertamente realizó varios disparos al aire, pero aseguró que lo hizo solo con la intención de “disipar a la multitud”.
De igual modo, dijo que tiene 12 años trabajando con los buhoneros de la zona universitaria, donde es propietario de un negocio de venta de comida rápida.
Dijo que es un hombre de trabajo, que tiene cuatro hijos y una esposa a quienes mantiene honradamente. También declaró al juez Vargas que cuando Suárez Cordero cayó mortalmente herido, vio a Wilson Dacier Javier Nicasio y a Héctor Pichardo mientras disparaban hacia donde estaba el oficial y los demás policías.
Pero Vargas, antes de dictarle tres meses de prisión preventiva, le recordó que él no era policía para disipar protestas ni multitud.
Le dijo que lo que debió hacer fue alejarse de la protesta para evitar ser herido, como hizo la mayoría de los estudiantes que fueron sorprendidos por los violentos incidentes ocurridos el pasado martes en la UASD.
La semana pasada, a Héctor Eduardo Pichardo también le impusieron tres meses de coerción para cumplirlos en La Victoria. Mientras que Wilson Dacier se entregó la mañana del pasado sábado, por mediación directa de NCDN. Los dos permanecen bajo prisión en la cárcel del Palacio de Justicia de Ciudad Nueva.
El caso es un reto para la Justicia
Sobre la muerte del coronel, el jefe de la Policía dijo que este caso representa un gran reto para el sistema de justicia.
Sin embargo, los investigadores no han podido determinar aun qué tipo de arma se utilizó para matar a Suárez Cordero ni a quién pertenece, un elemento de vital importancia para el proceso y que ayer fue preguntado por el juez Vargas durante la audiencia.
El jefe de la Policía, mayor general José Armando Polanco Gómez, aseguró que los investigadores han hecho su trabajo para aportar al proceso judicial, como identificar en un video a personas que aparecen disparando a los agentes.
Policía aun no identifica el arma homicida
Como elementos de prueba, además de un video, la Policía reunió casquillos, proyectiles y declaraciones verbales y circunstanciales. La Policía dice que si bien es cierto que la identificación del proyectil es importante, hay que entender que no significa el todo dentro de la investigación. Polanco Gómez entiende que con el esclarecimiento de este caso las autoridades judiciales pueden, incluso, fortalecer el estado de derecho en República Dominicana.
viernes en el sector Villa Faro, al este de la capital, deberá cumplir tres meses de prisión en el penal La Victoria, luego de que el magistrado determinara que existen vínculos suficientes de su participación en la muerte del oficial Suárez Cordero, ultimado de un tiro en la frente durante una protesta escenificada en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). Antes de Vargas retirarse a deliberar la medida adoptada, dio la oportunidad para que Bonilla ejerciera el derecho a refutar las imputaciones que pesan en su contra.
Bonilla admitió que el día en que mataron al coronel policial, ciertamente realizó varios disparos al aire, pero aseguró que lo hizo solo con la intención de “disipar a la multitud”.
De igual modo, dijo que tiene 12 años trabajando con los buhoneros de la zona universitaria, donde es propietario de un negocio de venta de comida rápida.
Dijo que es un hombre de trabajo, que tiene cuatro hijos y una esposa a quienes mantiene honradamente. También declaró al juez Vargas que cuando Suárez Cordero cayó mortalmente herido, vio a Wilson Dacier Javier Nicasio y a Héctor Pichardo mientras disparaban hacia donde estaba el oficial y los demás policías.
Pero Vargas, antes de dictarle tres meses de prisión preventiva, le recordó que él no era policía para disipar protestas ni multitud.
Le dijo que lo que debió hacer fue alejarse de la protesta para evitar ser herido, como hizo la mayoría de los estudiantes que fueron sorprendidos por los violentos incidentes ocurridos el pasado martes en la UASD.
La semana pasada, a Héctor Eduardo Pichardo también le impusieron tres meses de coerción para cumplirlos en La Victoria. Mientras que Wilson Dacier se entregó la mañana del pasado sábado, por mediación directa de NCDN. Los dos permanecen bajo prisión en la cárcel del Palacio de Justicia de Ciudad Nueva.
El caso es un reto para la Justicia
Sobre la muerte del coronel, el jefe de la Policía dijo que este caso representa un gran reto para el sistema de justicia.
Sin embargo, los investigadores no han podido determinar aun qué tipo de arma se utilizó para matar a Suárez Cordero ni a quién pertenece, un elemento de vital importancia para el proceso y que ayer fue preguntado por el juez Vargas durante la audiencia.
El jefe de la Policía, mayor general José Armando Polanco Gómez, aseguró que los investigadores han hecho su trabajo para aportar al proceso judicial, como identificar en un video a personas que aparecen disparando a los agentes.
Policía aun no identifica el arma homicida
Como elementos de prueba, además de un video, la Policía reunió casquillos, proyectiles y declaraciones verbales y circunstanciales. La Policía dice que si bien es cierto que la identificación del proyectil es importante, hay que entender que no significa el todo dentro de la investigación. Polanco Gómez entiende que con el esclarecimiento de este caso las autoridades judiciales pueden, incluso, fortalecer el estado de derecho en República Dominicana.
Fuente: El Caribe
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