AP - MAJACHKALA, Rusia - Investigadores estadounidenses están en
contacto con los padres de los dos sospechosos de los ataques de Boston
en el sur de Rusia y trabajan junto con funcionarios de seguridad
rusos para arrojar luz sobre el mortífero ataque durante el Maratón de Boston, dijo ayer un funcionario de la embajada de Estados Unidos.
Los investigadores viajaron el martes desde Moscú a la provincia predominantemente musulmana de Daguestán “debido a que la investigación está en curso, no está cerrada”, dijo el funcionario, que habló con la condición del anonimato por no estar autorizado a hablar con la prensa. Dijo que la delegación estadounidense trabaja junto con el servicio de seguridad ruso.
“Esta es una tragedia horrible para nuestro país, pero un hecho positivo podría ser una cooperación más estrecha con el Gobierno ruso en este tipo de cuestiones”, dijo el funcionario de la embajada.
Tamerlan Tsarnaev, de 26 años, y su hermano Dzhokhar Tsarnaev, de 19, son acusados de colocar las dos bombas cerca de la meta del Maratón de Boston el 15 de abril. El mayor murió en un enfrentamiento con la Policía.
La familia dijo que el hermano mayor, Tamerlan, fue influido por un converso musulmán para seguir una variante estricta del islam. Tamerlan murió en un tiroteo con la policía la semana pasada.
Por su parte, el hermano menor Dzhokhar, sigue hospitalizado y ha confesado los hechos en los interrogatorios que se le han hecho.
EN ESTADO ‘FAVORABLE’
El lunes, el estado de Dzhokhar pasó de “grave” a “favorable”.
El menor de los hermanos ha admitido a las autoridades que colocaron y detonaron las bombas, y de las entrevistas que le han realizado los investigadores han concluido que actuaron solos, por motivos religiosos en defensa del islam y movidos por el rechazo a las guerras de EE.UU. en Irak y Afganistán.
Pero, de todos modos, los investigadores tratan de determinar si Tamerlan, que pasó seis meses en la región rusa del Cáucaso en 2012, se vio influenciado por los extremistas religiosos que han entablado una lucha insurgente contra los servicios de seguridad rusos en el área desde hace años. Los hermanos tenían raíces en Daguestán y la vecina Chechenia, otra región rusa, pero ninguno de los dos pasó mucho tiempo allí antes de que la familia se trasladara a Estados Unidos.
Ayer, por ejemplo, el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, afirmó que Tamerlan Tsarnaev, sospechoso de los atentados de Boston y fallecido en un tiroteo con las autoridades, regresó de su viaje a Rusia en 2012 “dispuesto a matar”.
“Aprendió algo donde estuvo”, dijo Kerry a los periodistas en Bélgica, donde se encuentra en viaje oficial.
Ayer, la madre de ambos, Zubeidat Tsarnaeva, estuvo en el edificio del servicio de seguridad ruso en Majachkala, la capital de Daguestán, donde se cree habló con investigadores rusos y estadounidenses.
Heda Saratova, prominente activista por los derechos de los chechenos que ayuda a la madre de los dos hermanos, dijo que Tsarnaeva concurrió primero a un interrogatorio el martes y después regresó por la noche. Saratova agregó que no tenía detalles sobre las discusiones pero que Tsarnaeva le dijo que fueron “cordiales”.
El padre, Anzor Tsarnaev, también fue citado pero no concurrió debido a enfermedad.
Por otro lado, en Washington, los legisladores están preguntándose cómo rastreó el Gobierno los pasos de Tamerlan Tsarnaev cuando viajó a Rusia el año pasado, tras surgir críticas de que la falla en compartir datos de inteligencia pudo haber contribuido al atentado de la semana pasada.
Después de una sesión informativa a puertas cerradas en el Capitolio con el FBI y otros funcionarios policiales el martes, el senador republicano Saxby Chambliss, vicepresidente del Comité de Inteligencia del Senado, dijo que aparentemente nadie se equivocó. Pero agregó que está solicitando a todas las agencias federales más información sobre las personas que sabían algo sobre el sospechoso.
FALTA DE COMUNICACIÓN
La senadora republicana Susan Collins, miembro del comité, dijo que “todavía parece haber problemas serios para compartir informaciones, incluso informaciones cruciales para investigaciones, no solamente entre agencias sino dentro de la misma agencia en un caso”.
De acuerdo con el senador republicano Saxby Chambliss, el Gobierno ruso contactó dos veces al de los Estados Unidos pidiendo que se investigara a Tamerlan Tsarnaev al sospechar que este pudiera tener contactos terroristas.
Chambliss dijo que Estados Unidos fue contactado por primera vez en marzo de 2011 y luego en noviembre del mismo año.
Otro funcionario estadounidense, entretanto, dijo que Rusia había provisto la misma información en ambas ocasiones.
El FBI ha informado que fue contactado una vez por el Gobierno ruso. Además, la agencia investigadora agregó que luego le respondió a rusa que no había hallado ninguna evidencia de que el hombre formara parte de un grupo extremista.
No quedó claro qué otra rama del Gobierno estadounidense pudo haber recibido la segunda comunicación rusa.
Han circulado versiones contradictorias acerca de lo que las agencias de inteligencia sabían sobre el viaje de Tamerlan el año pasado y cómo manejaron la información. La secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, dijo al Comité de Asuntos Jurídicos del Senado que su agencia sabía sobre el viaje de Tsarnaev a su país.
Pero el senador republicano Lindsey Graham señaló que el FBI “me dijo que no tenía conocimiento de que hubiera salido (del país) o hubiera vuelto”.
La falla en compartir datos de inteligencia entre agencias provocó una reestructuración del sistema nacional de inteligencia después de los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2001.
En su huida de las autoridades cuando se descubrió su implicación en los atentados, los Tsarnaev mataron presuntamente el jueves a un policía universitario, Sean Collier, en cuya memoria se celebró ayer un servicio en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).
Mientras, un fondo creado en beneficio de las víctimas de los atentados ha recaudado ya unos $20 millones con donaciones de más de 50,000 personas, según anunció ayer el alcalde de Boston, Thomas Menino.
rusos para arrojar luz sobre el mortífero ataque durante el Maratón de Boston, dijo ayer un funcionario de la embajada de Estados Unidos.
Los investigadores viajaron el martes desde Moscú a la provincia predominantemente musulmana de Daguestán “debido a que la investigación está en curso, no está cerrada”, dijo el funcionario, que habló con la condición del anonimato por no estar autorizado a hablar con la prensa. Dijo que la delegación estadounidense trabaja junto con el servicio de seguridad ruso.
“Esta es una tragedia horrible para nuestro país, pero un hecho positivo podría ser una cooperación más estrecha con el Gobierno ruso en este tipo de cuestiones”, dijo el funcionario de la embajada.
Tamerlan Tsarnaev, de 26 años, y su hermano Dzhokhar Tsarnaev, de 19, son acusados de colocar las dos bombas cerca de la meta del Maratón de Boston el 15 de abril. El mayor murió en un enfrentamiento con la Policía.
La familia dijo que el hermano mayor, Tamerlan, fue influido por un converso musulmán para seguir una variante estricta del islam. Tamerlan murió en un tiroteo con la policía la semana pasada.
Por su parte, el hermano menor Dzhokhar, sigue hospitalizado y ha confesado los hechos en los interrogatorios que se le han hecho.
EN ESTADO ‘FAVORABLE’
El lunes, el estado de Dzhokhar pasó de “grave” a “favorable”.
El menor de los hermanos ha admitido a las autoridades que colocaron y detonaron las bombas, y de las entrevistas que le han realizado los investigadores han concluido que actuaron solos, por motivos religiosos en defensa del islam y movidos por el rechazo a las guerras de EE.UU. en Irak y Afganistán.
Pero, de todos modos, los investigadores tratan de determinar si Tamerlan, que pasó seis meses en la región rusa del Cáucaso en 2012, se vio influenciado por los extremistas religiosos que han entablado una lucha insurgente contra los servicios de seguridad rusos en el área desde hace años. Los hermanos tenían raíces en Daguestán y la vecina Chechenia, otra región rusa, pero ninguno de los dos pasó mucho tiempo allí antes de que la familia se trasladara a Estados Unidos.
Ayer, por ejemplo, el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, afirmó que Tamerlan Tsarnaev, sospechoso de los atentados de Boston y fallecido en un tiroteo con las autoridades, regresó de su viaje a Rusia en 2012 “dispuesto a matar”.
“Aprendió algo donde estuvo”, dijo Kerry a los periodistas en Bélgica, donde se encuentra en viaje oficial.
Ayer, la madre de ambos, Zubeidat Tsarnaeva, estuvo en el edificio del servicio de seguridad ruso en Majachkala, la capital de Daguestán, donde se cree habló con investigadores rusos y estadounidenses.
Heda Saratova, prominente activista por los derechos de los chechenos que ayuda a la madre de los dos hermanos, dijo que Tsarnaeva concurrió primero a un interrogatorio el martes y después regresó por la noche. Saratova agregó que no tenía detalles sobre las discusiones pero que Tsarnaeva le dijo que fueron “cordiales”.
El padre, Anzor Tsarnaev, también fue citado pero no concurrió debido a enfermedad.
Por otro lado, en Washington, los legisladores están preguntándose cómo rastreó el Gobierno los pasos de Tamerlan Tsarnaev cuando viajó a Rusia el año pasado, tras surgir críticas de que la falla en compartir datos de inteligencia pudo haber contribuido al atentado de la semana pasada.
Después de una sesión informativa a puertas cerradas en el Capitolio con el FBI y otros funcionarios policiales el martes, el senador republicano Saxby Chambliss, vicepresidente del Comité de Inteligencia del Senado, dijo que aparentemente nadie se equivocó. Pero agregó que está solicitando a todas las agencias federales más información sobre las personas que sabían algo sobre el sospechoso.
FALTA DE COMUNICACIÓN
La senadora republicana Susan Collins, miembro del comité, dijo que “todavía parece haber problemas serios para compartir informaciones, incluso informaciones cruciales para investigaciones, no solamente entre agencias sino dentro de la misma agencia en un caso”.
De acuerdo con el senador republicano Saxby Chambliss, el Gobierno ruso contactó dos veces al de los Estados Unidos pidiendo que se investigara a Tamerlan Tsarnaev al sospechar que este pudiera tener contactos terroristas.
Chambliss dijo que Estados Unidos fue contactado por primera vez en marzo de 2011 y luego en noviembre del mismo año.
Otro funcionario estadounidense, entretanto, dijo que Rusia había provisto la misma información en ambas ocasiones.
El FBI ha informado que fue contactado una vez por el Gobierno ruso. Además, la agencia investigadora agregó que luego le respondió a rusa que no había hallado ninguna evidencia de que el hombre formara parte de un grupo extremista.
No quedó claro qué otra rama del Gobierno estadounidense pudo haber recibido la segunda comunicación rusa.
Han circulado versiones contradictorias acerca de lo que las agencias de inteligencia sabían sobre el viaje de Tamerlan el año pasado y cómo manejaron la información. La secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, dijo al Comité de Asuntos Jurídicos del Senado que su agencia sabía sobre el viaje de Tsarnaev a su país.
Pero el senador republicano Lindsey Graham señaló que el FBI “me dijo que no tenía conocimiento de que hubiera salido (del país) o hubiera vuelto”.
La falla en compartir datos de inteligencia entre agencias provocó una reestructuración del sistema nacional de inteligencia después de los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2001.
En su huida de las autoridades cuando se descubrió su implicación en los atentados, los Tsarnaev mataron presuntamente el jueves a un policía universitario, Sean Collier, en cuya memoria se celebró ayer un servicio en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).
Mientras, un fondo creado en beneficio de las víctimas de los atentados ha recaudado ya unos $20 millones con donaciones de más de 50,000 personas, según anunció ayer el alcalde de Boston, Thomas Menino.
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