Si ya está sosteniendo su primer café de la mañana, es posible que desee dejar de leerlo.
Debido a beber cuatro tazas al día puede aumentar el riesgo de morir joven, los investigadores advierten -
pero sólo si son menores de 55 años.
Ellos encontraron que el consumo de 28 tazas de café a la semana aumenta el riesgo de muerte prematura en personas menores a la mitad.
Los hallazgos provienen de un estudio de estilo de vida americano a gran escala de 43.727 personas 20 a 87 años de edad.
Los investigadores estadounidenses sospechan que el consumo excesivo de café puede afectar negativamente el metabolismo del cuerpo, contrarrestando algunos de los beneficios para la salud conocidos.
Los individuos con una "adicción al café genética" pueden ser propensas a estos efectos nocivos, sugieren.
Pero los últimos conflictos de estudio con una serie de otros, que han vinculado el consumo moderado de café con la longevidad.
Alrededor de 2.500 muertes se registraron en el transcurso del estudio de 16 años.
Poco menos de un tercio de ellos fueron a causa de enfermedades del corazón y las arterias.
Los participantes que bebían más café también eran más propensos a fumar, y tenían corazones y pulmones menos saludables.
El riesgo de muerte por todas las causas aumentó en un 56 por ciento para los hombres y mujeres menores de 55 años que bebían más de 28 tazas de café a la semana, según un informe publicado en la revista Mayo Clinic Proceedings.
El investigador Steven Blair, de la Universidad de Carolina del Sur, dijo: "Es significativo que los resultados no demuestran ninguna asociación entre el consumo de café y la mortalidad por todas las causas en los hombres y mujeres mayores."
Pero los investigadores no se explican por qué el café no afectó a las personas mayores en la misma forma. El café contiene miles de sustancias químicas diferentes, que pueden tener efectos tanto positivos y negativos en la salud.
La investigación reciente ha demostrado que el café es una de las principales fuente dietética de antioxidante, y puede reducir la inflamación y mejorar la función cerebral.
Al mismo tiempo, el café estimula la liberación de adrenalina, inhibe la actividad de la insulina, aumenta la presión arterial, y aumenta los niveles de homocisteína, un producto químico nocivo vinculada a las enfermedades del corazón y la demencia.
Fuente : dailymail.co.uk
viernes, 16 de agosto de 2013
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