Según Alberto Rabilotta, reconocido periodista e internacionalista y la revista “Foreign Policy” EE UU estaba al corriente de que Saddam Hussein estuvo lanzando los más potentes ataques químicos en la
historia, e incluso le ayudó en ello. Esta información la revista la toma de algunos documentos de la CIA recién desclasificados.En 1988, durante los últimos días de la guerra de Irak contra Irán, EE UU supo gracias a imágenes de satélite que Irán estaba a punto de ganar una importante ventaja estratégica al abrir una brecha en la defensa iraquí.
Funcionarios de inteligencia estadounidenses transmitieron la posición de las tropas iraníes a Irak, conscientes de que el Ejército de Saddam Hussein iba a atacar con armas químicas, incluyendo el gas sarín, un agente letal nervioso. ”
Los datos entregados al mando militar de Saddam Hussein incluían imágenes y planos de movimientos de las tropas iraníes, así como la ubicación de las instalaciones logísticas de la República Islámica y planes detallados del emplazamiento de sus tropas antiaéreas.
Usando estos datos, las tropas iraquíes utilizaron gas mostaza y sarín antes de lanzar cuatro importantes ofensivas a principios de 1988. Las ofensivas de las tropas de Saddam ayudaron a cambiar el curso de la guerra a favor de Irak y llevar a Irán a la mesa de negociaciones.
Durante varios años los funcionarios estadounidenses han negado su conocimiento de los planes de ataques químicos iraquíes, insistiendo en que el Gobierno de Hussein nunca anunció que iba a utilizar estas armas.
Pero el coronel retirado de la Fuerza Aérea de EE.UU. Rick Francona, exagregado militar en Bagdad durante aquellos años, da una visión diferente.
“Los iraquíes nunca nos dijeron que tenían planes de usar gas nervioso. No necesitábamos que nos lo dijeran: ya lo sabíamos”, dijo el coronel citado por ‘Foreign Policy’.
Según los archivos de la CIA y entrevistas a oficiales de inteligencia militar como Francona, EE UU tenía pruebas consistentes de ataques químicos iraquíes a partir de 1983. Fue en ese mismo período que Irán denunció públicamente los ataques químicos contra sus tropas y recogía datos para presentarlos a las Naciones Unidas.
Pero faltaban pruebas, y los informes secretos mandados a funcionarios de inteligencia de más alto rango en el Gobierno de EE UU contenían muchas.
La CIA no quiso intervenir en el caso. Intereses geopolíticos disfrazados de derechos humanos El periodista internacional Alberto Rabilotta considera que las mentiras de EE UU forman parte de su política exterior y van dirigidas a provocar más guerras.
“La mentira, el encubrimiento, las falsedades y la desinformación forman parte de la política de EE UU Lo que está detrás de todos estos intereses de los países occidentales en Siria tiene que ver con los gasoductos que podrían llevar el gas de Irán hacia Europa, tiene que ver con las realidades políticas y económicas, con los recursos naturales y con el control geopolítico en la región. No hay nada de derechos humanos”, dijo.
Fuente: ActualidadRT
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