Doña Jesús viuda Puntier, quien reside sola la avenida Libertad número 125, fue auxiliada por vecinos al escuchar sus gritos.
Cuentan los lugareños que doña Jesús, quien no tuvo hijos y tiene escasa visión, tenía la costumbre de pasar el batón por debajo de la cama, ya que en otra ocasión encontró un ladrón cuando se disponía a acostarse.
En varias oportunidades Oscarín, quien dormía en un rancho abandonado a menos de 400 metros de la casa de la anciana, le robaba la leche y la comida a mujer, que por su edad se le olvidaba en ocasiones cerrar la puerta de la cocina de su vivienda, según destacaron los vecinos.
Fuente: El Cariebe
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