VIDEO - Pagaron 2 Mil Dolares para llegar a Miami y los tiran en el Canal de La Mona

Reunieron el dinero para poder salir de su empobrecido país y huir del hambre y la miseria a la que parecen estar condenados, logrando cruzar la frontera que divide a Haití y República Dominicana, para abordar una
yola que los llevaría a Miami.

Pero los dejaron en Isla de Mona.

Esta es la historia de la más reciente camada de inmigrantes haitianos, que salieron de Miches, en Higüey, República Dominicana, donde les pagaron $2,000 a unos traficantes de la muerte, que le vendieron la promesa de llevarlos a Miami, donde los esperaban sus familiares pero solo fue un engaño, porque los dejaron en Isla de Mona.

Pagaron $2,000 porque los llevaran a Miami y los abandonaron en Isla de Mona.
No sabían dónde estaban.

No sabían lo que es Isla de Mona ni la existencia de Puerto Rico, porque son haitianos de campo, como indicó a Primera Hora el sacerdote haitiano Olin Pierre, párroco de la Iglesia San Mateo, en Santurce. El sacerdote le dio alberge, luego de recibir una llamada del Servicio de Control de Inmigración y Aduana (ICE), que le solicitó si podía hacerse cargo de ellos.

 “Habían espinas en la arena que se enterraban en los pies. Habían piedras, muy difícil de caminar y unas matas con espinas”, relató Tentele Marie Angel, una de las inmigrantes haitianas.

Con la ayuda del padre Olin, quien tradujo del español al creole, fue posible conversar con la mujer para que describiera su odisea náutica. ¿Cómo fue el viaje? “Muy mal. Muy difícil. Éramos 23 personas en la yola. Tuvimos tres días de travesía en el mar.

Vomitamos. Nos desmayamos. Pasamos mucha miseria. La Policía (guardacostas) se tiró en la yola y pelearon con el capitán. Después nos llevaron en un barco grande (a Mayagüez). Nos mandaron aquí”, narró Tentele. ¿Por qué te fuiste? “Para ayudar a mi familia porque tengo seis hijos y un padre y una madre.

No hay comida. No hay trabajo”. ¿Qué estás dispuesta a hacer donde llegues? "Cualquier cosa que encuentre. Amo a mis hijos.

Esto es un sacrificio grande para que ellos vayan a la escuela y no tengan nunca que tomar una yola". Senat Gladia, de 19 años, al igual que los otros nueve haitianos que aún no habían podido irse a Miami por no tener dinero para el pasaje, demostraba su impaciencia por llegar a su destino donde la esperan una tía y un amigo.
 “No tengo a nadie aquí. Tengo un hijo de un año que dejé con mi madre. Tengo mucha tristeza por dejarlo".

¿Qué planes tienes? "Quiero ir a la escuela. Quiero ser enfermera y ayudar a mi familia, a mis amigos, a todo el mundo".

El padre Olin explicó que hace tres meses que la ola de inmigrantes haitianos está entrando a Puerto Rico, ya que la política de Estados Unidos ha cambiado con respecto a este pueblo después del terremoto que destruyó al país.

Antes los viraban en alta mar y no los dejaban pisar tierra, pero ahora hacen lo mismo que con los cubanos: si pisan suelo estadounidense, los dejan quedarse como refugiados económicos.

Fuente: Primera Hora