Steven Tyler reveló cómo es que pudo gastar 20 millones de dólares en drogas. El método, según él, era sencillo:
tener siempre un botiquín en el escenario cada vez que ofrecía un concierto con Aerosmith.“Mantenía mi gabinete en el camerino, dentro de una batería de catorce pulgadas. En la parte de arriba (del instrumento) estaba una copa de papel con un paquete de cocaína. Y del otro lado tenía una botella de refresco y un vaso con Jack Daniels. Ahora que lo recuerdo, creo que debería haber estado muerto varias veces”.Hoy se publica su libro de memorias titulado "Does the noise in my head bother you?" (¿El ruido en mi cabeza te molesta?) en el que el rockero narra las historias que ha vivido con Aerosmith, a la que llama “la más decadente y nauseabunda banda en la tierra”.
La biografía ha provocado una enorme expectación por el hecho de que se han filtrado algunos fragmentos en los que Tyler revela recuerdos realmente decadentes. Asegura, por ejemplo, que ni siquiera puede recordar cuántas veces ha sido arrestado. Habla también sobre una noche en que peleó con Paul McCartney a causa de que sus respectivas esposas no congeniaron.
Al final, Tyler tuvo que decirle a Paul que su música le gustaba. Así se resolvió el conflicto.
MTV ha calificado a la biografía como una “revelación encantadora”.
“Tengo muchas historias escandalosas, demasiadas, y las voy a contar todas”, aseguró a dicha cadena de televisión en una entrevista.
MTV, por su parte, señala: “El cantante contará en el libro cómo se siente ser una verdadera leyenda viva del rock y el líder de una de las bandas más infames de todo el planeta.
“Es un trabajo que entrega una mirada espiritual de Tyler, que buscará romper con los mitos de sexo, droga y rock and roll que muestran los medios”.
El remedio
Steven Tyler asegura que ahora ha conseguido estabilidad espiritual y que ha dejado de depender de las drogas.
“Con la ayuda de mi familia y un equipo de médicos profesionales, estoy tomando la responsabilidad de manejar mi dolor. Quiero regresar a los escenarios, quiero volver a grabar un disco”.
La confesión de su costosa adicción a las drogas se da justo cuando se ha convertido en la figura consentido dentro del panel de jurado en el popular programa de concurso, American Idol.
Y en su intento por volver a los escenarios como una estrella de rock, ha intentado también limpiar su imagen.
La semana pasada, la revista Rolling Stone publicó que el rockero cumplió el último deseo de un enfermo terminal. Tyler envió un caluroso saludo a Lawrence Ori, de 62 años, el mismo día en que finalmente falleció.
“Lawrence Ory tenía el logo de Aerosmith tatuado en el bícep y un teléfono móvil que emitía la melodía de Dream on, clásico de la banda de Boston, cada vez que recibía una llamada”, informó la revista.
Tyler lleva tres años alejado de los estudios de grabación. En el año 2000 había tenido otra etapa de sobriedad pero recayó en 2008 cuando murió su madre, Susie, la persona que “más he amado en toda mi vida”.
En 2009, su banda pensó que lo había perdido totalmente: pasaron 27 semanas sin que supieran algo de él. Aerosmith buscó un nuevo líder.
En ese sentido, su nuevo trabajo como juez de American Idol le ayudó a retomar el trabajo.
Según cuenta en el libro que se publica mañana, recibió una llamada de Kara DioGuardi, una de las jueces del programa quien le preguntó si quería integrarse al show. Tyler preguntó: ¿Qué tan altos son los niveles de audiencia?
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