Juncalito. La Fiscalía de Santiago dispuso que un
equipo de sicólogos acuda a esta comunidad para tratar y detectar otras
posibles víctimas de abusos sexuales por parte del padre Alberto
Wojciech Gil.El
escándalo desatado por los supuestos abusos, mantiene dividida a la comunidad. En algunos casos, muchos padres de familia desconocen que sus hijos fueron abusados por el padre Alberto, como es conocido el cura de nacionalidad polaca en este distrito municipal perteneciente al municipio Jánico, provincia Santiago. Ayer, el expediente fue entregado por la Unidad contra Violencia de Género ante la fiscal titular Luisa Liranzo, quien decidió hacer un levantamiento con expertos de la conducta, para determinar si el temor impide a los abusados hacer la denuncia.
Mientras que el procurador general, Francisco Domínguez Brito, informó que aunque República Dominicana no tiene un tratado de extradición con Polonia, están evaluando otros mecanismos para evitar que en el caso haya impunidad. Dijo que apelarán a la cooperación internacional para llevar el sacerdote a los tribunales y que por el momento están en el proceso de elaboración del expediente y los interrogatorios a los menores que supuestamente fueron abusados.
Hasta el momento solo un padre ha acudido por ante la Fiscalía, aunque hay otros tres casos de menores que se ha comprobado fueron agredidos sexualmente.
La división es tal que en la celebración de la misa en la noche del domingo, oficiada por el sacerdote Gregorio Ringel junto a otros dos curas, solo una parte de la comunidad asistió.
Advertencia
Roberto Rodríguez, quien dirige el movimiento Unión Fuerza y Seguridad, grupo que desató el escándalo y dio a conocer las supuestas barbaridades cometidas por el cura católico, advirtió que solo aceptarán que un sacerdote acuda a oficiar la misa, pero no dejarán que se quede en la comunidad. “Él era un gran luchador por la comunidad, pero al parecer andaba buscando ventajas”, expresa Rodríguez. En la comunidad muchos, como el joven Ambiorix Espinal, quien lleva ya ocho años como secretario de la parroquia San Antonio de Padua, dudan de que sean ciertas las agresiones sexuales cometidas a catorce niños. Sisa Díaz, una devota católica, refiere que ni come ni duerme desde que explotó el caso, pues no puede creer que el cura fuera capaz de cometer los hechos. El comerciante Jorge Collado asegura que si se hace un sondeo, de mil habitantes, 950 apoyan la gestión del cura, de quien dijo quitó mucha hambre a varias personas.
Cura daba sedante a los menores para abusarlos
Clemente Núñez asegura que el religioso aprovechó la confianza depositada en él por los padres de los niños afectados. “Lo que sabemos y por lo que vimos es que al parecer sedaba a los niños para poder tocarles sus partes”, expresó Núñez. Los moradores de Juncalito advierten que por el momento no aceptarán que ningún otro cura llegue a la parroquia San Antonio de Padua a oficiar misas, hasta que el cura regrese y sea juzgado por sus hechos.
Fuente: El Caribe
escándalo desatado por los supuestos abusos, mantiene dividida a la comunidad. En algunos casos, muchos padres de familia desconocen que sus hijos fueron abusados por el padre Alberto, como es conocido el cura de nacionalidad polaca en este distrito municipal perteneciente al municipio Jánico, provincia Santiago. Ayer, el expediente fue entregado por la Unidad contra Violencia de Género ante la fiscal titular Luisa Liranzo, quien decidió hacer un levantamiento con expertos de la conducta, para determinar si el temor impide a los abusados hacer la denuncia.
Mientras que el procurador general, Francisco Domínguez Brito, informó que aunque República Dominicana no tiene un tratado de extradición con Polonia, están evaluando otros mecanismos para evitar que en el caso haya impunidad. Dijo que apelarán a la cooperación internacional para llevar el sacerdote a los tribunales y que por el momento están en el proceso de elaboración del expediente y los interrogatorios a los menores que supuestamente fueron abusados.
Hasta el momento solo un padre ha acudido por ante la Fiscalía, aunque hay otros tres casos de menores que se ha comprobado fueron agredidos sexualmente.
La división es tal que en la celebración de la misa en la noche del domingo, oficiada por el sacerdote Gregorio Ringel junto a otros dos curas, solo una parte de la comunidad asistió.
Advertencia
Roberto Rodríguez, quien dirige el movimiento Unión Fuerza y Seguridad, grupo que desató el escándalo y dio a conocer las supuestas barbaridades cometidas por el cura católico, advirtió que solo aceptarán que un sacerdote acuda a oficiar la misa, pero no dejarán que se quede en la comunidad. “Él era un gran luchador por la comunidad, pero al parecer andaba buscando ventajas”, expresa Rodríguez. En la comunidad muchos, como el joven Ambiorix Espinal, quien lleva ya ocho años como secretario de la parroquia San Antonio de Padua, dudan de que sean ciertas las agresiones sexuales cometidas a catorce niños. Sisa Díaz, una devota católica, refiere que ni come ni duerme desde que explotó el caso, pues no puede creer que el cura fuera capaz de cometer los hechos. El comerciante Jorge Collado asegura que si se hace un sondeo, de mil habitantes, 950 apoyan la gestión del cura, de quien dijo quitó mucha hambre a varias personas.
Cura daba sedante a los menores para abusarlos
Clemente Núñez asegura que el religioso aprovechó la confianza depositada en él por los padres de los niños afectados. “Lo que sabemos y por lo que vimos es que al parecer sedaba a los niños para poder tocarles sus partes”, expresó Núñez. Los moradores de Juncalito advierten que por el momento no aceptarán que ningún otro cura llegue a la parroquia San Antonio de Padua a oficiar misas, hasta que el cura regrese y sea juzgado por sus hechos.
Fuente: El Caribe
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